Esta raza tiene una historia fascinante. Acompañaban a los marineros en sus viajes pesqueros y comerciales, demostrando su habilidad para nadar y su inteligencia. Aquí tienes un resumen de sus características:
Aspecto físico
- Tamaño medio: Pesa entre 12 y 25 kg.
- Altura: Machos de 50-55 cm, hembras de 45-50 cm.
- Pelaje: Compacto y rizado o ondulado y lustroso.
- Colores: Negro, blanco o marrón.
- Necesidad de aseo: Requiere mucho mantenimiento.
Personalidad
Los perros de agua portugueses son perros activos que necesitan gran cantidad de actividad física dado su historial de trabajo. Aunque son independientes por naturaleza, no se encuentran bien en una caseta y prefieren estar con sus propietarios. Los perros de agua son muy inteligentes y necesitan actividades que los mantengan ocupados para evitar comportamientos destructivos como morder y excavar. Deben tenerse en un gran patio con vallas para que no escapen.
Los perros de agua son muy listos e independientes. Necesitan pasar tiempo en el exterior y, como se deduce por su nombre, les encanta el agua.
Convivencia
Los perros de agua portugueses necesitan mucha interacción con las personas. Toleran a otros perros y gatos si crecen juntos. No obstante, es necesario mantener fuera de su alcance a otras mascotas, como roedores, pájaros y reptiles.
Algunos criadores pregonan que los perros de agua portugueses son hipoalergénicos porque no mudan el pelo, algo que puede ser o no ser cierto, según la persona y su sensibilidad. Antes de invertir dinero en un perro de agua, la persona alérgica debería visitar el hogar del criador e interactuar con los perros para determinar su nivel de tolerancia.
Los perros de agua son ideales para propietarios que quieran un perro activo e inteligente de tamaño medio. Son buenos perros de guarda, pero su tamaño les impide ser perros guardianes competentes, aun así desconfían de los extraños.
Los perros de agua viven normalmente entre 10 y 14 años.
Historia
Es una raza antigua que podría haberse originado en las estepas de Asia central alrededor del año 700 a. C. Existe controversia sobre la forma en la que llegaron a Portugal, ya fuese a manos de los bereberes (que siglos después pasarían a ser los moros) o de los godos. Esta última hipótesis podría tener cierta validez, porque los perros de los ostrogodos acabaron convirtiéndose en el caniche, y el caniche y el perro de agua portugués comparten muchas características.
Se utilizaban para conducir a los peces hasta las redes, recuperar las redes rotas y ocuparse de lo que cayese por la borda; también actuaban como mensajeros entre pescadores y entre los barcos y la costa. Con el declive de la pesca a principios del siglo XX, la raza empezó a sufrir la misma suerte que los pescadores. El doctor Vasco Bensuade intentó salvar la raza en la década de 1930. En 1958, dos perros de agua portugueses llegaron a los Estados Unidos en un programa de intercambio de razas excepcional. La popularidad del perro de agua aumentó lentamente, aunque a un ritmo constante. El 1 de enero de 1984, el American Kennel Club (AKC) aceptó al perro de agua portugués en el grupo de trabajo.
El perro de agua destaca en obediencia, y es miembro del grupo de trabajo dentro de la clasificación AKC. Tiene un carácter activo y encantador.