Los perros de terapia han sido aliados clave en mejorar la salud mental, y su impacto ha destacado en diversas áreas, incluyendo el deporte. Un caso reciente es el de Beacon, un golden retriever que ha capturado la atención en línea por su contribución al equipo de gimnasia de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos.

Un apoyo emocional esencial para el equipo de gimnasia

Beacon, de cuatro años, es reconocido por su labor como perro de terapia, especialmente tras el enfoque que los Juegos Olímpicos han puesto en la salud mental. Este tema cobró importancia cuando Simone Biles, gimnasta estadounidense, se retiró de la final por equipos en 2020 debido a problemas relacionados.

Nacido en febrero de 2020 en Michigan, Beacon fue adoptado por Tracey Callahan Molnar, una exentrenadora de gimnasia rítmica. Tras la pérdida de Tulsa, su anterior perro de terapia, Molnar sintió la necesidad de llenar ese vacío emocional. «Extrañaba la terapia con mascotas y siempre he sido partidaria del voluntariado», explicó Molnar. La afinidad natural de Beacon por las personas lo convirtió en el compañero ideal para esta labor.

El inicio de un programa revolucionario

Caroline Hunt, vicepresidenta de gimnasia rítmica de USA Gymnastics, propuso en febrero de 2023 un programa de terapia con mascotas para el equipo. La iniciativa, que comenzó como una prueba, fue un éxito gracias a los comentarios positivos de las gimnastas. «Nuestras atletas han pedido apoyo para la salud mental», explicó Jill Geer, portavoz del equipo. Este programa se mantuvo como una de las estrategias más queridas por las atletas.

Tras el impacto de la pandemia y los eventos de Tokio 2020, el equipo olímpico de Estados Unidos decidió reforzar su enfoque en la salud mental. Los perros de terapia, como Beacon, se convirtieron en aliados fundamentales para ayudar a los deportistas a relajarse y prepararse mejor para las competiciones.

El impacto de Beacon en el equipo

El nombre de Beacon, que significa «farol» o «guía», simboliza su papel dentro del equipo. Aunque varios perros participaron en las sesiones de terapia, Beacon se destacó por su carisma y habilidad para detectar el estrés en las atletas. Su popularidad aumentó con la difusión de vídeos y fotos donde consolaba y jugaba con las gimnastas.

El equipo olímpico lo presentó oficialmente en redes sociales, otorgándole credenciales especiales para acceder a las instalaciones deportivas. «Beacon podría necesitar un representante, ya que recibe más solicitudes de encuentro que cualquier atleta», bromeó Jill Geer.

Un legado inspirador

Aunque problemas logísticos impidieron que Beacon acompañara al equipo a París, su influencia siguió presente. El equipo de gimnasia artística ganó la medalla de oro en la final del 30 de julio, con Simone Biles obteniendo su octava medalla olímpica y consolidándose como la gimnasta estadounidense más condecorada de la historia.

Beacon, con su nombre y espíritu, seguirá siendo recordado como un símbolo de apoyo emocional y un faro de esperanza en el mundo del deporte.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *