Perro amoroso, amable y tolerante a pesar de su tamaño, el San Bernardo es bueno con las familias con niño bien portados. Además, está deseoso de complacer, haciendo su entrenamiento más fácil.
Talla:
Rango de peso:
Macho: 63 a 81 kilogramos.
Hembra: 54 a 63 kilogramos.
Características:
Ojos caídos, orejas caídas (naturalmente)
Expectativas:
Ejercicio requerido: <20 minutos por día.
Nivel de energía: tranquilo
Promedio de vida: 8 – 10 años
Tendencia a babear: alta Tendencia a roncar: moderada
Tendencia a ladrar: baja
Tendencia a excavar: baja Necesidades sociales/de atención: alta
Criado para:
Ayuda, búsqueda, rescate
Manto:
Largo: mediano
Características: doble manto, lacio
Color: rojo y blanco, abigarrado y blanco
Necesidades generales de acicalamiento: moderadas
Reconocimientos de asociaciones:
Clasificación de la AKC: Trabajador
Clasificación de la UKC: Perro guardián
Prevalencia: común
El San Bernardo es un perro muy grande, poderoso y muscular
Un macho San Bernardo mide entre 70 a 76 cms, y puede pesar entre 63 a 81 kilogramos. Una hembra puede medir entre 66 a 71 cms, y puede pesar entre 54 a 63 kilogramos.
El perro puede ser de pelo largo o de pelo corto. El color del manto incluye rojo y blanco, café y blanco y abigarrado con blanco. Algunos perros tienen una máscara obscura en sus ojos. Las orejas están puestas en lo alto de la cabeza y caídas. Los ojos son obscuros y un poco caídos. La frente está ligeramente arrugada. El San Bernardo también tiene mandíbulas, lo que lo hace más propenso a babear.
Como el perro es tan grande, toman mucho más tiempo en madurar completamente que otras razas. No alcanzan su tamaño generalmente hasta que tienen 2 o 3 años.
Personalidad:
El San Bernardo es amoroso y un perro plácido. Su instinto amigable es como para compensar el miedo inicial del extraño hacia su gran tamaño. Sin embargo, el San Bernardo son igualmente de rápidos para proteger a los miembros de su familia que cree que están en peligro.
Como son tan amigables, amables y tolerantes, el San Bernardo es especialmente bueno con su familia y con los niños bien portados. Son conocidos por ser excepcionalmente entendido y pacientes, son cuidadosos de no lastimar a los niños.
Estos perros están ansiosos por complacer, lo que hace que su entrenamiento sea más fácil que otras razas.
Viviendo con:
El San Bernardo es un ser social. Nada le hace más feliz que participar en las actividades de la familia. Contrariamente, este perro se da a la soledad si siente que es dejado atrás de cualquier diversión. Como el San Bernardo es tan grande, el entrenamiento es imperante, y entre más temprano mejor.
La raza es conocida por ser obstinada en ocasiones. Sin embargo, una vez que el San Bernardo entiende que se espera de el, si instinto por agradar le quitará cualquier terquedad.
El San Bernardo adulto muda dos veces al año, en primavera y en otoño. El cepillado regular le ayudará a minimizar la muda.
Mientras el perro necesita comer la suficiente comida para mantenerse en un peso saludable, no sobrealimente al San Bernardo. El exceso de peso puede tensionar las articulaciones y empeorará los problemas de la cadera y codos. La libra por libra de comida requerida para el San Bernardo puede ser menos que las otras razas por su temperamento ya que es más plácido y necesita menos ejercicio que las otras razas.
Como es el caso con otras razas muy grandes, el San Bernardo vive relativamente una vida corta. Su esperanza de vida es generalmente de 8 a 10 años.
Historia:
El San Bernardo es poderoso, es un perro de tamaño gigante con raíces profundas en los mitos y leyendas. A pesar de que tradicionalmente se pensó que tenía sus orígenes en los monasterios de hospicio en los Alpes Suizos en el siglo XI, la primera apariencia constatada de los perros en el monasterio o en cualquier otro lugar, probablemente ocurrió hasta 600 años después.
Los expertos creen que este primer perro de monasterio fueron usados como perros vigías. No mucho después, sus habilidades en salvar vidas se hicieron aparentes. En los siguientes tres siglos, el San Bernardo fue acreditado por salvar más de 2,000 vidas.
Hoy en día los San Bernardos son conocidos no solo por sus históricas hazañas, sino también por su amor y devoción a la compañía del ser humano, especialmente los niños. Dos películas populares para niños de 1990, Beethoven y Beethoven 2, constataron este rasgo al contar la historia de la aventura de un adorable San Bernardo con su familia de un suburbio americano